martes, 1 de marzo de 2016

RECTIUS VIVES, LICINI

Árbol partido por el rayo. Foto: Mis pueblos

Traducción de Horacio: Manuel Fernández Espinosa


Más atinarás en la vida, Licinio,
No adentrándote siempre en alta mar,
Ni por temer con cautela la tormenta,
Arrimándote demasiado a la costa irregular.
Quien ama la áurea medianía,
Seguro se está sin la sordidez del añejado
Techo, y templado carece
Del suntuoso palacio envidiado.
Muchas más veces combaten los vientos al grande
Pino; y las altas torres se derrumban a tierra
Con mayor estrépito: y los rayos hieren
A los más encumbrados montes.


El pecho bien aparejado aguarda
En las adversidades el trocar de la suerte,

Como teme en la bonanza sus reveses.
Que Júpiter trae los repelentes
Inviernos y él mismo
los espanta. Si ahora pasas por un mal trance,

No pienses que en el porvenir será lo mismo que ahora.
Algunas veces Apolo despierta
Con la cítara a la callada Musa:

Que no siempre carga la flecha en su arco.
En los apuros muéstrate animoso,
y fuerte: tú mismo soplando muy favorable
el viento, cuerdamente recogerás
las hinchadas velas.



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