domingo, 8 de mayo de 2016

SERRANILLA JOCOSA DEL NOVÍSIMO MESTER DE JUGLARÍA



 
 
 
 
NOVÍSIMO MESTER DE JUGLARÍA
 
 
Sierra de Segura, 18 de abril del Año del Señor de 2016.
Homenaje burlesco al Marqués de Santillana.
 
En su cumpleaños, a mi amiga María Arrizabalaga.
 

Por la Sierra de Segura..,
un fijodalgo avanza,
lleva ceñida la espada
y en ristre porta la lanza.

Pensaroso iba el jinete
a lomos de su jaca blanca,
pues, siendo de Calatrava,
habíase metido en Santiago
allí do la lid lo llevaba
y Fortuna que no descansa.

Cavilaba el caballero
y para consigo pensaba:
"¿De qué guisa se las come
el Marqués de Santillana...?
Que si va por llano o Sierra
se topa a fermosa serrana."

De sopetón, de repente
la senda cruzó un gamezno
que ágil y veloz se fugaba.
Y en pos del gamo se afanaba,
a su zaga, una zagala
que unas veinte primaveras
frisaba: de la selva la gala,
de su cabaña la hacendera.

Si pintar quisiera a la serrana
colores faltaran en mi paleta:
que no era su melena rubia,
fuego semejaba su cabellera;
como el requesón la tez blanca
y en ella pintadas unas pecas
que eran como sabroso azafrán
en manjar campestre sobre yerba,
los ojos tenía traviesos, risueños
y mucho en su mirada de hechicera:
es un decir, para postre, en fin
que la serrana era para comérsela.

"Zagaleja, zagaleja,
¿do vas tras la cabra,
detén aína tu carrera,
maguer el cervatillo
sea la tu hermana?".

La fermosa se detuvo
y, mirando al pasajero,
de hito en hito repuso:
"Ése que se me escapa
ni es cervato ni cabra,
tampoco es mi hermana;
y vos, para ser de ciudad
y, por la barba, cabrón:
poco sabedes de cabras."

Viendo el de Calatrava
que la moza humos gastaba,
más se le antojó lo brava
y en conocerla bíblicamente
el caballero quiso y porfiaba.

"Pláceme el brío de serranas,
que en el donaire aventajan
a las damas asaz cortesanas:
gracejo tenéis, zagaleja,
y la sal a montones derramas.
Decidme, ¿a do queda la cabaña
en que solaz podáis darle
a éste cristiano que, cuitado,
plega la caridad y la rebaña?"

-La cabaña de mi abuelo queda
así como a cinco pedradas,
la de mi novio Pedro aquende:
cabe el pozo de la hermana Blasa.

Acariciándose la sotabarba,
el hidalgo hizo sus cábalas:
"Si tiene abuelo con cabaña,
y amigo al que Pedro llama:
¿será ésta Heidi la tirolesa,
de los Alpes la flor preclara?".

"Arrímate a mi jaca, lozana,
que a la grupa te subo en ella".

-Miedo tengo de la lanza,
no me arrimara yo a ella.

-Tú ven a mí, no temas;
que soy a fucia calatravo.
Mira que mi hierro cala,
y hasta su hasta alcanza,
pero, por ti, me trabo...
y no en ristre la dejo,
que la pongo enhiesta
(por descontado... que hablo
de la lanza.)

La peregrina fermosura
alzó sus haldas
y al hidalgo se le escuchó:
"Dito Dios, ¡qué pernadas!
Tres veces yo y qué nalgas...
En ello se echa de ver
que sois en todos vuestros costados
de torrentes de sangres hidalgas".

-Cristiano viejo es mi padre,
cristiana vieja mi madre,
pero más que hidalgos
nosotros somos hijos de nada.

-Pues para ser hija de nada,
aljaba tendréis para matar
más moros que los que matan
nuestros Reyes de España...

........

El caballero trovador Quiñones de Suero, en siglo Manuel Fernández Espinosa.


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